Sigo imparable, que le vamos a hacer...bueno, resumo un poco: jueves:reunión con algunos voluntarios de "Amics de Palanques" ,la verdad es que fue una reunión realmente interesante donde David nos puso al corriente de todo lo que está sucediendo en Palestina, también hablamos de la vida, de los árboles,de las bicis, cambio climático, de todo un poco(¡Gracias por la invitación!).
Viernes, reunión con el Grupo de voluntarios de Greenpeace en Valencia, divertida, instructiva, dinámica...dieron una conferencia sobre los mares, ufffff, salí un poco depre de allí, con ganas de tirar la toalla quizás, pensando que hay tantas cosas que la gente ignora...y lo peor es que no quieren saber, no les preocupa y hacen la vista gorda, es como "lo que no veo no existe". De todos modos remonté pronto y sigo dispuesta a poner mi granito de arena, porque si uno no se mueve desde luego que no se consigue nada en ningún sentido. Todo este bajón vino motivado porque nos invitaron a participar en un juego donde los pececitos eramos nosotros y de este modo nos explicaron los distintos tipos de pesca que se practican hoy en día en nuestros mares, resultado: no quedaba ni uno con vida. Yo pensé que como elegí ser tiburón sería invencible, pero nada, caí en las redes con el resto de mis compañeros(atúnes, delfines, tortugas y hasta un caballito de mar). La pesca de arrastre es absolutamente criminal y el 80% de lo capturado se devuelve al mar sin vida porque no sirve para nada, es decir, arrasan con todo el suelo submarino y con un montón de seres vivos que mueren inútilmente...las otras técnicas que existen también son tremendas, salvo una que es pesca selectiva, pero vaya, estuvo muy bien lo de ponerse en las escamas del pez...salimos de la reunión y nos fuimos hacía Cuenca, al Picazo, a pasar el fin de semana. Llegada a la una de la madrugada pero con el entusiasmo ya a flor de piel.
Sábado:Amanecimos en nuestra casita y después del desayuno salí a comprar a la tienda de ultramarinos del pueblo, toda una experiencia de lo más enriquecedora. Me meto en un minisupermercado(el de "La Trini")donde me recomendaron mis vecinas y bueno, un show, yo comprando de "forastera" y todas las mujeres observando cada uno de mis movimientos, se miraban y se hacían gestos, "¿Y esta quien es?", hasta que una de ellas ya no pudo soportar tanta intriga y directamente me preguntó, allí dí yo toda la explicación, cualquiera no la daba con tanto "ojo" puesto sobre mí. Después cuando terminaron con su interrogatorio y quedaron satisfechas empezó la Trini a contar, papel y boli en mano, la cuenta de la vieja: "llevo dos, sumo 6, son 24.42 euros, pero espera que repase la suma a ver si me he dejado algo,llevas siete cosas¿no?", vamos, todo como antaño. Tras esta experiencia volví a casa y saludé a una de mis vecinas," La Marina" , que salió a la ventana con las tetas al aire como si tal cosa: "que me acabo de duchar!!!"-me dijo la mujer- "ya, ya, no me lo jure usted"... La otra vecina es "La Vicenta". Esta me viene muy bien tenerla cerca porque no me deja llevar nada al contenedor y me ahorra el viaje, trasto que voy a tirar, trasto que está interesada en tener.Eso sí, me matan a sustos porque a veces entran en casa sin llamar y de repente me veo una figura frente a mí tipo aparición.
Sábado mañana-tarde, desaparecí entre las paredes de la casa, nunca mejor dicho, porque me pasé el día pinta que te pinta, entregada al arte de la restauración, de la limpieza y del rodillo. Cómo podeis ver en las fotos monísima de la muerte y empeñada en teñir de azul las paredes blancas de una casa castellana. Acabé agotada pero después de ponerme un minipijama me aventuré a salir a la calle desierta a ver las estrellas y fui despacito casi en paños menores hasta la esquina de la calle para disfrutar de la soledad y el silencio que había, que no se oía ni la chicharra y sentía hasta hormiguitas en la barriga de lo emocionada que estaba por mi osadía, pero vaya si "La Marina" sale en pelotas a la ventana¿porqué no voy a salir yo con mi pijama superstar a darme el paseito?, algo que no puedo hacer en la ciudad. Domingo: comida en familia,risas,café y alboroto, cinco personas hablando a la vez y por fin la paz por la tarde cuando se fueron todos y nos quedamos Pedro y yo solos y disfrutando de nuestro trozo de cielo, el que vemos desde nuestro patio. Las golondrinas y las babosas nos tienen locos observándolas de día a unas y de noche a otras, menudas vidas...luego está Juancha, la lagartija, que también se apunta a eso de vivir en comunidad; las hormiguitas, las moscas, las arañas, tengo un patio de lo más interesante para que os voy a engañar... Pedro y yo encima vamos colocando casitas de madera para los pájaros, a ver si se aprenden el mejor sitio para venir a anidar¡nuestro hogar!. Para finalizar el día disfrutamos del anochecer, precioso,el azul cielo contrastando a lo bestia con el amarillo del trigo de los campos de la mancha, espectacular y novedad novedosa ¡ví mi primer partido de fútbol!, en un bar, con los tíos de Pedro y muerta de risa de ver las caras de la gente, que sufren, que sudan, saltan de la silla, dicen frases muy profundas...vaya, quizás repita.
Lunes: antes de volver a la ciudad salí a dar un paseo por El Picazo que parecía la pequeña Holanda, bicis por todas partes, aparcadas en las puertas de las casas, mujeres cargando la compra en ellas, los abuelos por las calles venga pedalear, en la puerta del hogar de ancianos conté 7 bicis y desde el río hasta mi casa ví circulando 21, todo un éxito teniendo en cuenta que es un pueblo de unos 700 habitantes¿no?. Durante el paseo me encuentro a la Angelina, una mujer superauténtica que me resume su vida, que si se va al médico, que si a comprar, que si está "malisma", que si tiene "muchisma" calor...pero lo divertido es que me cuenta con las manos cargadas de bolsas que se va a tirarlas al contenedor, que una es para el contenedor amarillo, otra para el azul...yo encantada la felicito por reciclar y me dice que es obligado,"¿cómo?", pues si, eso, que es obligado porque el ayuntamiento les ha mandado una carta para explicarles cómo han de tirar la basura y resulta que la han de separar por colores dependiendo del material, vamos que en El Picazo reciclar es una obligación y así se la toma la gente¿qué os parece?, creo que he encontrado un lugar perfecto para mí.Menudo rollo os he soltado...
Ayer íbamos al pueblo cuando de repente nuestro coche empieza a hacer cosas raras y a no admitir más velocidad que 30 por hora. A mil metros salida a Villargordo del Cabriel, y la verdad es que como veíamos venir lo que iba a suceder a continuación nos desvíamos. Entrando a este pueblo vemos un taller con unas letras enormes anunciando la marca de nuestro coche, esto si que es suerte dentro de la mala suerte, pero a 50 metros del taller nos quedamos literalmente tirados en una orilla de la carretera. Aquí empieza la odisea. Nos recogieron con una grúa y nos anunciaron que la avería estaría reparada a las cinco de la tarde y eran las 10:30 en ese momento, así que literalmente fuimos unos "sin techo" durante unas horas y vagamos sin rumbo fijo por todas las calles del pueblo en cuestión. Como venía mi sobrino con nosotros,acabamos en una plaza llena de columpios y jugando al fútbol . A la hora de comer fuimos a un restaurante y de allí a esperar en la puerta del concesionario como agua de mayo a que nos dieran nuestro coche. Os aseguro que se hicieron las horas muy largas y que lo cuento muyyyyyyyyyy resumido pero a las cinco y medía salíamos de este pueblo,( inolvidable para mí de ahora en adelante),llegamos al final a nuestro destino donde pasamos apenas una hora y media. Fue un día raro, inesperado pero también divertido. Vimos dos burros, un erizo, un ciervo, un búho y rescatamos un pequeño gorrión que se cayó del nido, lo podeis ver en la foto en la mano de mi suegro. Esto es todo, de momento...
Lulu fue recogida por el granjero Len Richards de la bolsa marsupial de su madre que acababa de fallecer atropellada. Le faltaba un ojo pero fue acogida por la familia de este agricultor como un miembro más. Un día,Len Richards salió a arreglar los daños que habia causado una fuerte tormenta en sus tierras,estaba a varios kilómetros de su casa y Lulu le acompañaba. Una enorme rama cayó en ese momento sobre la cabeza del granjero dejándolo herido e inconsciente en el suelo. Fue Lulu quien salvó su vida al ir saltando hasta la casa y golpear la puerta para llamar la atención de la familia. Gracias a esto Len pudo salvar su vida y ser trasladado en helicóptero hasta un hospital cercano y por este motivo Lulu recibió la medalla al valor para animales, primera medalla que consigue un kanguro ya que normalmente suele ser dada a perros. La medalla fue otorgada por la Sociedad Real para la protección de los animales. Una bonita historia¿verdad?como anécdota deciros que esta kanguro es la primera que conozco con su propia página web, lo dicho, una fenómena.
